Solana sueña en verde
Solana Sierra sueña despierta. En verde. Como el césped de Wimbledon. Marcando hitos como, ni más ni menos, ser la primera tenista en este Grand Slam en llegar a octavos de final siendo lucky loser en la Era Abierta.
También es la primera argentina que llega a esta ronda desde que lo logró Paola Suárez en Wimbledon 2004. El 7-5, 1-6 y 6-1 ante la española Bucsa es parte de una historia que le dio paciencia hasta el mismo lunes pasado esperando alguna baja para entrar al cuadro principal.
Sierra señaló, sobre el match de tercera ronda, que “empecé con mucha confianza el partido, creyendo en mí misma. Muy fuerte de la cabeza. Sabía muy bien lo que tenía que hacer y lo que habíamos charlado con mi equipo. Y lo cerré muy bien ese primer parcial, fue importante, porque ella estaba jugando muy bien”.
Solana, de 21 años, que arrancó esta semana 101 en el listado WTA y “volará” hasta un lugar entre las 70 mejores, explicó cómo superó su golpe en uno de sus dedos en el segundo parcial.
“En el segundo set ella me quebró el servicio de arranque. Quedé 1-4, me golpeé el dedo y me tuve que vendar. Me dolía y en un momento pensé más en eso que en el partido en sí. Esa desventaja me sorprendió, pero pude seguir adelante y eso es lo que más destaco”.
Sobre el contundente set final, Solana apuntó que “recomencé todo. Sabía que ya no podía equivocarme. Que tenía que volver al nivel del set inicial. Estuve más fuerte de la cabeza que de mis golpes en el tercer set. Saqué ventajas rápidas y eso me tranquilizó”.
¿Cómo me llevo todo esto y cada vez más periodistas preguntando por mí? Bien. Tranquila. Apoyándome en mi grupo de trabajo y en mi mamá que está aquí”, contó la jugadora que tuvo que mudarse de casa porque había alquilado una cerca del club hasta el miércoles. “Ahora extendimos en otra hasta el martes” explicó sonriendo.
Solana tuvo un 2024 muy bueno en el nivel ITF ganando seis torneos, cuatro de ellos en la Argentina organizados por la Asociación Argentina de Tenis y desde allí se afirmó en el ranking. Primero un W35 en Tigre (a la francesa Alice Rame por 6-1 y 6-4), luego el 35 mil en el club Los Lagartos de Pilar (a la peruana Lucciana Pérez 2-6, 6-2 y 6-1). Tras ello dos W50 que volvieron a hacerse en la Argentina tras dos décadas. En Tucumán (a la italiana Giorgia Pedone 6-2 y 6-2) y en el Mayling de Pilar (ante la francesa Léolia Jeanjean por 6-2 y retiro).
Esto habla de la importancia de hacer torneos en los países para que las mujeres tengan la posibilidad de conseguir “puntos económicos”. Campeonatos que no sólo le sirvieron a Sierra, sino también a Jazmín Ortenzi, Julieta Estable y Luisina Giovannini entre otras jugadoras.
Por último, Florencia Labat, sub capitana del equipo argentino de BJKCUP señaló para itftennis que “después de todos los sacrificios que hizo Solana que le vaya bien en un Grand Slam, y más en Wimbledon, es una recompensa genial y justa”.
“Personalmente estoy contenta por lo que le está pasando. La vi jugar muy consistente. Creo que no va a conformarse con esto que logró y puede ir por más”.
Por último, Labat señaló que “para el tenis femenino argentino este resultado es muy importante porque esto demuestra a las chicas que están más atrás que se puede lograr cosas importantes trabajando mucho. Solana hoy es un excelente espejo como lo es Bia (Haddad Maia) para Brasil”.