Los sueños de Luna Cinalli, una de las promesas del tenis argentino
Enfocada, confiada, observadora. Luna Cinalli nunca pierde de vista sus objetivos. La argentina, de apenas 17 años, es una de las grandes promesas del tenis de su país. A nivel junior, consiguió meterse entre las mejores 20 jugadoras del ranking mundial -actualmente se ubica 19°-. Por otra parte, transita la habitual transición al profesionalismo y hoy figura en el puesto 1100° de la WTA. De hecho, cerca del final de esta temporada, disputó en Tucumán su primer WTA 125. Todo un crecimiento para esta talentosa jugadora nacida el 10 de junio de 2008.
Ricardone, su pueblo, será un eje central en la charla de Luna con la ITF. A 30 kilómetros de Rosario, es su cable a tierra, su espacio en el mundo. Una pequeña localidad de la provincia de Santa Fe con aproximadamente 4.600 habitantes. Su familia está conformada por su papá, Nicolás; su mamá, Ornella; su hermana, Luz, y la perra, Daia. La pequeña Cinalli comenzó a jugar al tenis a los 3 años, en su casa. Una paleta de plástico, una pelota y las paredes eran sus aliados. Al verla tanto tiempo allí, sus padres la llevaron a las canchas del “Pato”. La referencia es a Ricardo “Pato” García, quien resultó su primer entrenador. Tras dos años se fue a Rosario y quedó a cargo de Gastón Espinosa, en Plaza Jewell. En su andar juvenil, también, entrenó en Roldán junto con Eduardo Schwank (48° en singles en 2010, 14° en dobles en 2011 y finalista de Copa Davis). Más adelante en el tiempo, con Felipe Maccio.
“Recuerdo mi infancia en el pueblo de una forma muy linda. Muy tranquila. Es un pueblo chico y tengo a todos mis amigos ahí. Siempre nos juntamos a andar en bicicleta, en la plaza o en la casa de alguno. Me encanta Ricardone. Cada vez que vuelvo de una gira me pone feliz regresar a casa”, relata.
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Una particularidad de esta historia es que Cinalli pega el revés a una mano, un golpe que suele escasear en el tenis actual. Para muchos, el impacto más elegante de este deporte. En su etapa de entrenamiento con Espinosa, en Rosario, ambos advirtieron que Luna contaba con las condiciones necesarias para hacerlo. Y hacia allí fueron… en definitiva, es un golpe que representa su estilo, su forma de pararse frente al juego y a las rivales.
-Inicialmente jugabas con el revés a dos manos, ¿en qué momento te decidiste a cambiarlo?
-Fue cuando tenía 12 años. Resultó muy loco, la verdad. Una tarde estábamos entrenando, en una pretemporada de diciembre, y yo le pedí si podía tirarme “canastos” para pegar con el revés a una mano. Gastón lo hizo y realmente le pegué bastante bien por ser la primera vez. Se lo consulté, a ver si creía que podía cambiarlo y como a él le gusta mucho analizar la mecánica de los jugadores, lo aprobó. No lo dudó. Desde ahí no paré. Al principio me costó un poco porque no tenía tanta fuerza en el antebrazo, pero con el tiempo me fui acostumbrando.
-¿Cómo sos fuera de la cancha?
-Creo que también soy bastante activa, porque me gustan mucho los deportes, ver fútbol, básquet, lo que sea. Además, miro muchas películas. Y estar con mi familia, claro.
Uno de los hitos en la joven carrera de Luna se dio en el 2022. Tenía apenas 14 años, 3 meses y 18 días. ¿Qué sucedió? Resultó la segunda argentina más joven en lograr un triunfo profesional ITF (W15 de El Dorado, Misiones). La primera es Gabriela Sabatini, que lo consiguió a los 13 años, en 1984.
-¿Qué recordás de tu primer triunfo en un ITF a esa edad?
-Fue un momento muy lindo de mi carrera. ¡Espero acordarme por siempre! La verdad es que estaba muy contenta, era muy chica.
Los más cercanos a Luna detallan que es una mujer enfocada y muy observadora. Incluso en lo lúdico. “Realmente es una persona muy tranquila afuera de la cancha”, cuenta Nicolás, su padre, ex futbolista profesional. Cinalli, nacido en 1979, fue arquero en clubes de Argentina, Italia y Países Bajos, entre otros.
“Creo que su fortaleza más clara es la capacidad de concentración. Puede sostener un plan de juego incluso bajo presión. Desde mi punto de vista, su revés a una mano es una herramienta técnica pero también emocional: es una expresión de confianza de ella misma desde el día que decidió cambiarlo siendo tricampeona nacional Sub 10”, añade Nicolás.
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-Luna, ¿qué recuerdos te trae el Mundial Sub 14 en Prostejov 2022?
-¡Resultó algo increíble! Fue la primera vez que pude representar a la Argentina en un Mundial y también la primera en la que me enfrenté a jugadoras europeas. El nivel era alto, muy bueno, estaban las mejores del mundo. Lo tomé como una experiencia, tratando de mirar al resto de las tenistas. Y a partir de ahí ver qué era lo mejor que tenían y lo mejor que hacían adentro y afuera de la cancha. Eso me sirve para copiarlo y seguir mejorando. Me encantó el hotel, las canchas, el trato hacia nosotras. Jugué casi todos los singles y dobles, me llevé muchas cosas.
Este año, entre las juniors, Cinalli se consagró en el J300 regional de Medellín (reservado para tenistas sudamericanos). Además, tuvo una destacada tarea en Roland Garros, donde llegó a los cuartos de final. Desde 2024 a esta parte ya disputó los cuatro Majors. Apenas algunos de los capítulos de una carrera incipiente.
-¿Cuáles son las rivales más difíciles que enfrentaste en la categoría?
-Creo que las europeas, porque las sudamericanas estamos acostumbradas a otro tipo de juego. Ellas juegan un poco más rápido, más sobre la línea y apenas pueden, suben a la red para acortar el punto. En cambio, nosotras somos más de luchar los puntos, jugar con peso, estirar el juego. Eso fue lo que más me costó cuando empecé a medirme con ellas. Y en general, dentro de las más difíciles que enfrenté, menciono a Hannah Klugman, Laura Samsonova y Julieta Pareja.
-¿Quién es tu ídolo, en la vida o en el deporte?
-Mi ídolo es Novak Djokovic, porque me encanta cómo juega. También por cómo es adentro y afuera de la cancha.
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-¿Qué significa Gabriela Sabatini?
-Gaby es una figura muy importante para el deporte argentino y obviamente para el tenis femenino. Fue una de las mejores tenistas del mundo, ganó un Grand Slam y estuvo dentro de las 3 mejores.
-¿Del Potro fue también un referente en estos tiempos?
-“Delpo” es otro referente muy grande para todos. Me encantaba verlo jugar. Con mi papá lo alentábamos mucho. Me gustaba su derecha y su saque. Sumado a la intensidad que le ponía en la cancha.
-¿Cómo ves la transición al profesionalismo?
-Es una etapa muy linda en la vida del tenista, porque son las primeras experiencias, los primeros torneos profesionales. Y ahí empezás a vivir de a poco lo que una quiere ser de grande: dedicarse a esto de manera profesional. Estoy contenta y con ganas de llegar a esa etapa.
-¿Cuáles son tus mayores sueños?
-Dentro de mis sueños, alguna vez me gustaría entrar al Top 10 de la WTA y ganar un Grand Slam.
-¿Te gustaría jugar la Billie Jean King Cup y los Juegos Olímpicos?
-¡Me encantaría! Creo que son experiencias que no se viven siempre. Son esos lugares donde representás a tu país. Ojalá algún día pueda llegar a esos momentos.