La discreta Schmiedlova da la campanada olímpica
Anna Karolina Schmiedlova es una de las jugadoras más discretas -dentro y fuera de la pista-, pero sus actuaciones de esta semana han sido de todo menos discretas.
La eslovaca de 29 años sólo había logrado una victoria sobre una jugadora del Top 10 en su carrera antes de presentarse en París 2024 esta semana: derrotó a la entonces número 8 del mundo Roberta Vinci en la ronda inaugural de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
En los dos últimos días, bajo un sol abrasador y un calor sofocante en el estadio de Roland Garros, se ha anotado otras dos: derrotó a la número 5 del mundo, Jasmine Paolini, en tres agotadores sets, y el miércoles se deshizo de la campeona de Wimbledon, Barbora Krejcikova, en condiciones igualmente sofocantes.
Es la primera eslovaca -hombre o mujer- que alcanza las semifinales en unos Juegos Olímpicos desde que Miloslav Mecir se colgara el oro en individual masculino en Seúl 1988. No es que Schmiedlova esté pensando ya el oro, pero 26 años después podría estar gestándose algo parecido para el tenis de su país.
“Ya es el mejor resultado de mi carrera”, declaró la número 67 del mundo. “Estar en semifinales, entre las cuatro mejores, es increíble. Me esforzaré al máximo. Aún me quedan dos partidos. No quiero pensar demasiado en el oro porque ese enfoque me ha ayudado hasta ahora, así que espero jugar un buen tenis”.
“El mejor tenis de mi vida ha llegado en los Juegos Olímpicos. Es algo grande. Es increíble para mí y significa mucho”, declaró Schmiedlova. “En mi país no hay tantos atletas. También es raro estar en semifinales de los Juegos Olímpicos. Siento que la gente en casa lo sigue más que los torneos normales. Nunca había recibido tantos mensajes y tanto apoyo. Es estupendo”.
La revelación de París 2024 espera rival: la vencedora del duelo entre la croata Donna Vekic y la ucraniana Marta Kostyuk.