De España a Bucaramanga: la historia de vida de Adria Soriano Barrera
Diez meses atrás apareció el nombre de Adria Soriano Barrera en el listado del ranking ATP como el número 3 colombiano. Sorprendió a propios y extraños. El jugador optó por la nacionalidad de este país, a pesar de que su padre es español y él nació en Barcelona (donde reside). Sin embargo, cuando está en Colombia, vive en Bucaramanga, la ciudad de su madre. Una historia de vida entre dos naciones.
El 3 de abril, Soriano apareció por primera vez en el ranking ATP como representante colombiano. “Fíjate que de pronto vemos el ranking masculino y aparece Adria en el escalafón. Allí estaba ubicado en el número 500° y con la bandera de nuestro país” señaló a ITFTennis.com Fabiola Zuluaga, capitana del equipo femenino panamericano en Santiago, quien aceptó que también la sorprendió ver el nombre de Soriano en el listado internacional.
“Vivo aún en Barcelona, pero de Bucaramanga a España me llevaría la comida, los tragos, el clima y la gente que es fenomenal” dice Adri, de un peinado exótico, a esta web.
Lo cierto es que la pandemia no le permitió hacer los trámites de nacionalización de una manera más veloz, por lo que recién este año puede competir con el seleccionado colombiano.
“Siempre tuve pensado nacionalizarme colombiano, pero me terminé de convencer cuando fui a estudiar a la Universidad de Miami y empecé a relacionarme con una gran colonia de colombianos que viven allí. Conecté enseguida. Eso me terminó de convencer”, agrega el tenista que ganó dos partidos en estos Juegos Panamericanos y cayó ante Facundo Díaz Acosta en los octavos de final.
“Sinceramente, me sorprendió mi rival. No lo tenía en el radar. Juega muy bien. Juega mucho, y bien, en la red”, analizó del otro lado su adversario argentino.
Zuluaga, a pedido de ITF, analizó el juego de Soriano Barrera: “Tiene buenos golpes de base y me gusta que se anime a ir a la red. Volea muy bien. Tiene buena mano. Desde mi punto de vista, su ranking 500 es mentiroso. ¿Qué le falta a su tenis? Un poco más de orden y estrategia en su juego. A los 23 años, técnicamente siempre es más difícil corregir algo”.
Adria, mientras, sigue y sueña con ir más allá: “Ojalá que en poco tiempo pueda jugar la Copa Davis. Todavía falta alguna autorización, pero el hecho de haber disputado los Panamericanos para Colombia ha sido un honor”.