Brasil se esperanza con las duplas
Brasil celebró dos buenas noticias en las pistas de tierra batida de Roland Garros: el triunfo de Thiago Monteiro y Thiago Seyboth Wild en la serie de dobles frente a los kazajos Bublik y Nedovyesov tras un doble 6-4, y la victoria, también por parejas, de Beatriz Haddad-Maia y Luisa Stefani ante las chinas Yue Yuan y Shuai Zhang por 6-4 y 6-4.
El día finalizó con una sonrisa para Bea, 22a. del mundo, quien había sido eliminada en singles ante la eslovaca Anna Karolina Schmiedlova por 6-4 y 6-4, por lo que las esperanzas de medalla en el tenis brasileño se centran en la especialidad de dobles (Brasil no tendrá participación en el mixto).
Monteiro explicó: “No somos especialistas en dobles, pero creemos que nos hemos compenetrado por conocernos muy bien. Jugamos súper bien, fuimos muy sólidos ante una pareja extremadamente dura. Aprovechamos bien las oportunidades, definiendo bien las chances que creamos y sin duda creo que a lo largo de la competencia vamos a seguir evolucionando juntos. Estamos muy animados y felices con la victoria y ahora hay que aprovechar para compenetrarnos más, entrenar un poco más juntos y mejorar”.
Los brasileños unieron sus fuerzas tras caer en la serie de individuales en primera ronda, ambos ante rivales argentinos, y ahora hacen camino como representantes de Brasil en el torneo olímpico. ¿Una de las claves? La explica Thiago Seyboth Wild: “Siempre me ha encantado jugar competiciones por equipos en Brasil. La atmósfera en la cancha fue increíble. Sinceramente, no esperaba tanto público brasileño viendo tenis, con todos los deportes sucediendo al mismo tiempo. Con 40 grados aquí, ¿qué es eso?”, se sorprende.
Su compañero Monteiro opina parecido: “Usé la energía de los Juegos Olímpicos para recuperarme y al mismo tiempo la atmósfera en la cancha fue increíble. El público estuvo presente desde el inicio. No hay nada más motivador que esto, representar a tu país, jugar el torneo olímpico, algo con lo que tantos sueñan. Eso, por sí solo, es suficiente motivación para dar lo mejor en la cancha”.
Stefani también rescata el famoso espíritu olímpico. “La energía del público se siente muy fuerte, muy distinta a lo que son los torneos del circuito, y también es importante tener a la familia cerca”, puntualizó.
Tras la derrota de Haddad-Maia en singles, lo cual evidentemente fue un golpe duro y frustró un atractivo encuentro de octavos de final ante la italiana Jasmine Paolini (finalista de Roland Garros y Wimbledon), Stefani tomó la batuta y levantó a su compañera. De eso se trata. La jugadora paulista de 26 años hoy aparece en el puesto 18 del ranking de dobles.
“Tenía que llevar la responsabilidad y lo he conversado con ella. Yo tenía confianza en lo que ella iba a entregar en la pista, no me tenía que preocupar. Sabíamos cómo teníamos que jugar”, comentó Stefani. La dupla brasileña es la sexta favorita de la competencia.
“Pasé por diferentes estados de espíritu, pero comenzamos muy bien y fuimos sólidas”, comentó Haddad-Maia. “Somos muy francas y sinceras con nuestros puntos fuertes”, agregó Stefani. “Evidentemente, yo me desenvuelvo mejor en la red y ella es muy potente. Tenemos una linda diversidad de juego, diferentes posiciones en la cancha, y lo principal es jugar sueltas, sin desviarnos de nuestras personalidades”, indicó.
Las brasileñas esperan rivales del choque entre las alemanas Kerber-Siegemund y las británicas Boulter-Watson.
Monteiro y Seyboth Wild ya conocen a los suyos y son dos de los mejores en el rubro: los estadounidenses Krajicek y Ram. Aunque los brasileños no miran al cuadro. ¿Cuestión de superstición? No lo tienen del todo claro, pero una mirada basta: no miran al cuadro. Lo que venga, vendrá, en el torneo olímpico.